Los reyes de Israel y Jud estaban en serios problemas con el Se or. Doce a os de adoraci n a Baal y a los becerros de oro; escuchando a Jezabel, y matando a los profetas, los estaba alcanzando a ellos. Sus reinos terrenales estaban llegando a su fin, y el Se or se mov a r pidamente cuando hab a de moverse. Lo que para ellos parec a ser detalles inofensivos era, de hecho, rebeli n ante los ojos de Dios.
Mientras que los reyes serv an a los dioses de este mundo, El as y Eliseo no lo hac an. Ellos estaban dedicados solo a la Palabra del Se or, y si el Se or no les hablaba directamente, ellos no se mov an en absoluto. Y cuando ellos se mov an, lo hac an con la autoridad del Se or, lo que result en un dram tico llamado bajo el fuego del cielo; con una sequ a que dur tres a os, gente resucitada de entre los muertos, y muchos otros eventos milagrosos. Pero, tomaron alguna gloria El as y Eliseo? No. Eliseo ni siquiera acept la valiosa ofrenda de Naam n - ya que l estaba confiando por completo solo en la provisi n del Se or.
Las vidas de El as y Eliseo, as como las vidas corruptas de los reyes, sirven como lecciones importantes para nosotros hoy. Adem s, hay muchas profec as en los libros de 1 y 2 de Reyes, que se est n cumpliendo ahora. Su propia vida cambiar para siempre si aplica una sola verdad que el Se or le revela a usted en este libro.