El ltimo mandamiento que Jes s dio a la iglesia antes de ascender al cielo fue la gran comisi n, el llamado a los cristianos a haced disc pulos a todas las naciones . Pero los cristianos han respondido haciendo cristianos , no disc pulos . Esto, seg n el brillante erudito y reconocido pensador cristiano Dallas Willard, ha sido La gran omisi n de la iglesia. La palabra disc pulo ocurre 269 veces en el Nuevo Testamento , escribe Willard. Cristiano se encuentra tres veces y fue introducido por primera vez para referirse precisamente a los disc pulos de Jes s... El Nuevo Testamento es un libro acerca de los disc pulos, por los disc pulos, y para los disc pulos de Jesucristo. Pero la cuesti n no es meramente verbal. Lo que es m s importante es que el tipo de vida que vemos en la iglesia primitiva es la de un tipo de persona especial. Todas las garant as y beneficios que el evangelio ofrece a la humanidad presuponen evidentemente esa vida y no tienen sentido realista aparte de ella. El disc pulo de Jes s no es el modelo de lujo o de alta resistencia del cristiano --especialmente acolchado, con textura, racionalizado y facultado por la v a r pida en el camino recto y estrecho. l o ella encuentra en las p ginas del Nuevo Testamento el primer nivel de transporte b sico hacia el Reino de Dios Willard desaf a audazmente la idea de que podemos ser cristianos sin ser disc pulos, o llamarnos cristianos sin aplicar esta comprensi n de la vida en el Reino de Dios a todos los aspectos de la vida en la tierra. l llama a los creyentes a restaurar lo que deber a ser el coraz n del cristianismo --ser disc pulos activos de Jesucristo. Willard nos muestra que en la escuela de la vida, somos aprendices del Maestro cuya brillantez nos anima a subir por encima del conocimiento tradicional de la iglesia y abrazar el verdadero significado del discipulado --un vida activa, concreta y 24/7 con Jes s.
