LA GRACIA Y LA FE con frecuencia son consideradas como fuerzas opuestas. Muchos de los que enfatizan la gracia de Dios creen que una vez que somos salvos, entonces Sus bendiciones, (la paz, la sanidad, la prosperidad) son distribuidas soberanamente de acuerdo a Su voluntad. Muchos de los que enfatizan la fe creen que lo que recibimos de Dios depende de nostros; nuestra disposici n para estudiar la Palabra, para orar, para ayunar, y para asistir a la Iglesia, inclusive para dar nuestro diezmo determina las bendiciones de Dios en nuestras vidas.
La verdad genuine se encuentra en un punto intermedio. Tanto la gracia como la fe son ingredients esenciales para nuestro trato con el Se or. Sin embargo, enfatiza una y excluye la otra y el desequilbrio dificultar recibir de Dios. La ausencia de esta comprensi n ha causado mucha confusi n, frustraci n, y desilusi n en el Cuerpo de Cristo.