Dios nos da a los creyentes su Espiritu Santo, nuestra fuente de poder supernatural. Sin embargo, la Iglesia hoy no actua ni -super-, ni -natural- siquiera. Necesitamos entender mejor quien es el Espiritu Santo para que la Iglesia recupere su atractivo sobrenatural y comencemos por fin a actuar como los unicos agentes verdaderos de cambio que Dios puso en este mundo."