Dios envió a la iglesia al mundo para predicarle el evangelio y que fueran salvos, no para llenar edificios y templos cristianos. En este novedoso enfoque de la vida testimonial para el día de hoy, el autor toma como ejemplo el modelo de Jesús, quien en varios momentos de su ministerio dedicó tiempo con la gente «mundana de su época con el objeto de acercarles el reino de Dios. Se presentan varios capítulos con consejos prácticos y directos sobre cómo y qué testificar en situaciones sociales, académicas y personales que llegan a ser inevitables en nuestro andar diario, y provee de estímulo y ánimo a todos aquellos que, para sus amigos no creyentes, es «demasiado cristiano , pero que, por seguir el ejemplo de Jesús para alcanzar al mundo puede parecer para sus amigos creyentes «demasiado mundano .