La primera riqueza --en sentido material-- es la salud, decia Emerson. No basta con vivir a secas; la gracia esta en hacerlo con buena salud. Todo el dinero del mundo es inutil si no andamos bien de cuerpo y de animo. Puestos a escoger entre bienes materiales y salud, quien no opta por la segunda? De que te sirven tus bienes si salud no tienes?, sentencia el refran. Por eso nos urge resguardar ese don preciado y poner de nuestra parte para conservarlo. Todo lo que invirtamos en ello termina siendo barato. Paradojicamente, muchas veces no nos enfocamos en la salud hasta que ya es tarde. Las prisas y exigencias de la vida moderna nos hacen pensar que no tenemos tiempo. O si somos jovenes, no dimensionamos la precariedad y fugacidad de la salud. Sin embargo, es posible revertir esa tendencia. Hoy mismo podemos empezar a asegurar la salud cuidando del vehiculo con que Dios nos doto en nuestra travesia por este mundo. Confiamos en que los consejos, pautas y ensenanzas tanto practicas como espirituales que hemos atesorado en este libro sirvan de manual de instrucciones para que el lector disfrute de una vida sana en cuerpo, mente y alma.