Tal vez fuera m s irritante que atractivo, pero el duro detective Sam Turner no era la clase de hombre que una mujer pudiera olvidar. Continuamente se entromet a en el camino de la reportera Caroline Kimberky, pero cuando sta se convirti en la obsesi n de un asesino, fue a Sam a quien quiso tener a su lado en las horas oscuras. Ella le hac a sufrir por algo que jam s podr a ser. Aquella reportera tan fisgona y sensual, con una boca de lo m s dulce y apetecible, era garant a segura de problemas.